Me gustarÃa contarte un poco resumida y a la vez divertida, mi trayectoria Profesional,
como si de un cuento se tratara.
Marian Vera
Erase una vez... en el siglo pasado hace 30 años una chica llamada Marian, que su pasión era maquillar, empezó a buscar escuelas para aprender las distintas técnicas del maquillaje y tuvo la suerte de iniciar sus estudios, con una maquilladora de mucho renombre en aquella época, Angela Barrachina que fue la pionera en el maquillaje corporal.
Era algo tan hermoso para ella, ver como se podÃa plasmar en la piel, toda la fantasÃa que su mente derrochaba, que confirmó más, su ilusión por seguir aprendiendo nuevas técnicas de maquillaje corporal, facial, caracterización y hizo muchos cursos con los mejores maquilladores/as.
Entre curso y curso, comenzó a trabajar como auxiliar de maquillaje en rodajes para cine, publicidad, pasarela, Teatro,...
Al poco tiempo, empezó a trabajar como titular y a tener su propio equipo de maquilladoras.
Era tanta la pasión que tenÃa por su trabajo, que comenzó a enseñar todo lo que ella sabÃa a otras chicas, a las que les gustaba tanto maquillar, como a ella.
Transcurrió el tiempo..., hasta que empezó a oÃr que habÃa una técnica que se llamaba Maquillaje Permanente y que decÃan que permanecÃa y duraba de 2 a 3 años en la piel.
Su curiosidad la llevó a investigar ¿qué era eso?, porque no se lo podÃa creer.
Cuando lo vio por primera vez, fue tal el impacto que le produjo (que ella se dijo a sà misma) que querÃa aprender y hacer esa técnica.
Empezó a ver todas las ventajas que tenÃa, no tener que maquillarse todos los dÃas, era algo fantástico y muy práctico. Comenzó otra vez a estudiar y aprender la técnica del Maquillaje Permanente, llamado también Micropigmentación.
Y comprobó, que las correcciones que ella hacia en el maquillaje tradicional, las podÃa aplicar a esta nueva técnica, era perfecto, poco a poco se fue perfeccionando, y enamorando de la Micropigmentación. De esto hace ya más de 20 años y sigue actualmente con esa profesión, que la cautivó..... y
ColorÃn, colorado..., este cuento no se ha acabado.
Gracias por leer en forma de cuento mi vida profesional.